Este sábado, Día del Flamenco, tuve el honor de actuar como maestro de ceremonias en la despedida de los escenarios de un maestro del Baile Flamenco en Las Cabezas.
Diego no es solo un bailaor. Es un maestro, un soñador de nuestra cultura. A través de sus pasos, nos ha contado historias, nos ha hecho vibrar y nos ha recordado que el flamenco no es solo un arte: es vida, pasión y alma.

Durante más de 40 años, Diego ha dejado su huella en cada tablao que ha pisado, en cada alumno que ha enseñado y en cada corazón que ha emocionado. Diego Guijo ha escrito una página importantísima en la historia de la cultura de Las Cabezas de San Juan, y eso no esta a la altura de cualquiera.
