De Las Cabezas al Falla: El viaje de La Quinta Estación

Acompañar a una comparsa en su camino al Gran Teatro Falla es una experiencia que trasciende lo periodístico. Es adentrarse en el alma de un grupo que, con esfuerzo y pasión, busca su sitio en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) de Cádiz. Esta vez, el privilegio fue seguir a La Quinta Estación, una comparsa humilde de Las Cabezas de San Juan, «la banda» como ellos mismos se autodenominan, en su viaje hacia la cuna del carnaval.

Desde el primer momento, la emoción era palpable. La ilusión de los componentes, el nerviosismo descontrolado y la unión del grupo conformaban una atmósfera única. En el autobús, entre afinaciones y risas nerviosas, se respiraba el amor por el carnaval y el respeto al concurso gaditano.

Al llegar a Cádiz, el Falla se erigía imponente, esperando recibir a esta comparsa con historia. La entrada al teatro, el paso por los camerinos, el último abrazo antes de subir al escenario… Cada instante estaba cargado de emoción. Y cuando las primeras notas resonaron en el templo del carnaval, todo el esfuerzo cobró sentido. Adrián Liñán daba inicio al repertorio con un punteo de guitarra mientras se escuchaban unos pajarillos de la voz de Martín. La Quinta Estación demostró que, más allá de los focos y la competición, lo importante es cantar con el alma y dejar huella en quienes escuchan.

Esta experiencia no solo refleja la esencia de un concurso, sino también la grandeza de quienes, sin grandes nombres ni recursos, mantienen viva la llama del carnaval en nuestra ciudad. La Quinta Estación no solo llegó al Falla, sino que hizo que su gente y su tierra vibraran con ellos. Y eso, sin duda, es el mayor triunfo.

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